domingo, 9 de marzo de 2008

Glifo o Jeroglífico de Jilotzingo




El glifo o jeroglífico de Xilotzingo, tomado del libro de los tributos, representa las piernas de la diosa Xilonen en posición de danzar y ambas extremidades son coronadas por mazorcas de maíz tierno.

A la llegada de los españoles se le antepuso el nombre de Santa Ana a Xilotzingo, en referencia a personajes propios de la región católica, quedando el nombre de Santa Ana Xilotzingo.

Breve Historia

Los otomíes fueron dominados por los chichimecas, luego por los tepanecas y por último por los mexicas. De ahí la abundancia de nombres en náhuatl.
Durante la época colonial, apenas los españoles habían derrotado totalmente a los aztecas, cuando inmediatamente tramitaron mercedes reales para apropiarse de las tierras que rodeaban la capital de la Nueva España.
La zona montañosa, desde entonces denominada, Santa Ana Xilotzingo, despertó la codicia de los conquistadores, por su riqueza maderera, sus manantiales y la fertilidad de sus cañadas y montes, especiales para la crianza de ganado. Rápidamente los indígenas fueron despojados de las tierras que por siglos les habían pertenecido, pasando a ser propiedad de unos cuantos españoles.
Tras la instauración de la Constitución de Cadiz en 1812, se nombraron ayuntamientos en la llamada Nueva España. Con el territorio que hoy ocupan los municipios de Jilotzingo e Isidro Fabela, se creó el de Monte Alto, municipio que, al formarse el Estado de México en 1824 adquirió el rango constitucional y quedó encuadrado en el IV Distrito con cabecera en Tacuba, aunque luego se legisló para declarar cabecera del mismo a Tlalnepantla.
El 27 de septiembre de 1821, México inició su etapa independiente, tiempo después, el 2 de marzo de 1824, nacería el Estado de México, y con él, el municipio de Monte Alto, hoy Jolotzingo, el cual quedaría encuadrado en el IV Distrito con cabecera en Tacuba el 18 de julio de 1825, la cual sería cambiada, por decreto número 49, a Tlalnepantla.
En 1828, apenas transcurridos siete años de la consumación de la Independencia, el teniente coronel retirado, Manuel Reyes Veramendi, inició un pronunciamiento en contra de los españoles que vivían en México, a quienes culpaba de todas las desgracias de nuestra patria. Este pronunciamiento está fechado en septiembre 27 de 1828, en Paso de la Cuesta Grande, Monte Alto, Méx.
Desde el año de 1900, la única vía de comunicación para los municipios de Jilotzingo, Iturbide, Nicolás Romero y Villa del Carbón, era el ferrocarril de Monte Alto. Los vecinos de Jilotzingo caminaban grandes distancias para llegar a la terminal de la Colmena y abordar el tren.
Los productos de consumo o de venta se transladaban a lomo de mula, siendo más fácil para los vecinos de Santa María Mazatla y San Luis Ayucan, trasladarse a Naucalpan. Para 1910 ya existía comunicación telefónica a Jilotzingo, con una línea que partía de Tlalnepantla, llegaba a Atizapán de Zaragoza, seguía Nicolás Romero y, de ahí, se establecía comunicación con Transfiguración, Iturbide y Jilotzingo. En total, la línea tenía seis aparatos y una extensión de 32, 320 kilómetros.
Sin duda alguna, la época de mayor relevancia de Jolotzingo se da durante la Revolución mexicana, ya que son en sus montes, cañadas y pueblos, en los que se escenifican importantes batallas que tiñen de sangre su suelo.
Dos de sus pueblos, San Luis Ayucan y Santa María Mazatla, son los que más participaron en acciones armadas, cuyos moradores se afilian a la lucha zapatista.
La causa principal para participar en la lucha zapatista, era el tratar de recuperar sus tierras y aguas, lucha que se había iniciado en el período colonial y que se resolvería después de la Revolución; ejemplo de ello, es la dotación ejidal que se les concedió a los vecinos de San Luis Ayucan en octubre de 1921, siendo el primer ejido que se crea en el municipio. A Santa María Mazatla se le dota en octubre de 1925 y a Espíritu Santo en enero de 1937. Posteriormente, San Luis Ayucan consigue una ampliación.
Uno de los primeros caminos construidos para comunicar este lugar, fue el que desde Jilotzingo llegaba a la vía del ferrocarril de Monte Alto a la altura del paraje conocido hasta la actualidad como “El Bramadero”, el cual pasaba por “Los Lavaderos” y “Casa Blanca”. Este camino se construyó en 1931 a pico y pala, con el esfuerzo de todos los vecinos del sexo masculino de los pueblos de Santa Ana, San Miguel Tecpan y Espíritu Santo, los cuales realizaron cientos faenas para poder realizar esta vía, durante la administración de Maximino Sánchez.
En 1934, siendo presidente municipal Conrado M. Sánchez, los vecinos de San Luis Ayucan y Santa María Mazatla se organizaron para construir un camino que uniera estas dos comunidades con el municipio de Naucalpan, que es la salida natural para estos pueblos. Los trabajos duraron de 1952 a 1954, iniciando en un paraje conocido como “Paso del Tejocote”, en el que el gobierno del estado proporcionó carretillas, picos y palas para esta obra, así como asesoría técnica.
Al termino de la construcción de la brecha que unió a Mazatla y Ayucan con Naucalpan, los vecinos de estos dos poblados formaron una sociedad cooperativa para prestar el servicio de transporte público. El viaje duraba en ese entonces, poco más o menos de 3 horas.
A inicios de la década de los ochenta se inauguró la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca, que representó un gran beneficio.
Bibliografía
Jilotzingo. Monografía municipalXavier I. Esparza SantibáñezEditorial: Instituto Mexiquense de Cultura, Asociación Mexiquense de Cronistas Municipales, A.C.Lugar de edición: Toluca, Estado de MéxicoColección: Programa de Identidad EstatalAño de edición: 1999Páginas: 116ISBN: 968-841-375-5

Monumentos Históricos de la Epoca Colonial



Parroquia de Santa María Mazatla



Próximamente pondré las siguientes fotos:

Parroquia de Santa Ana Jilotzingo


Parroquia de San Luis Ayucan